Del honor al anatema: Historia de la brujería: de sanadora a enemiga del orden
- Lola Cerredelo
- 28 sept
- 3 Min. de lectura

Hay palabras que nacen como ofrenda y la historia las vuelve acusación. “Bruja” fue, alguna vez, el nombre de una mujer puente: plantas, partos, umbrales. Con el tiempo, ese puente fue señalado como amenaza. El saber que no pasaba por la sacristía ni por la corte se volvió peligro; la sospecha, decreto; y el decreto, hoguera o soga. Este texto mira ese giro con calma y con rigor —sin edulcorar—el archivo y sin perder el alma de lo simbólico.
Qué cambió en la mirada (y por qué importa hoy)
Antes del pánico, hubo prudencia. El Canon Episcopi (s. X) desaconsejaba magias y sortilegios, sí, pero consideraba muchos “vuelos nocturnos” como ilusiones del sueño y no como hechos corporales. Era una lectura dura para lo popular, pero aún escéptica frente a la literalidad del sabbat. Siglos después, la prudencia se torció hacia el miedo organizado.

El Malleus Maleficarum: cuando la sospecha se vuelve procedimiento
En 1486 circula el Malleus maleficarum (Kramer & Sprenger): un manual que sistematiza preguntas, “pruebas”, torturas y castigos. No inventó la brujería; institucionalizó el modo de perseguirla. Su éxito editorial alimentó el imaginario demonológico y aceleró la caza.
“bruja” deja de ser sólo un rumor local y se convierte en categoría jurídica con protocolo y castigo. El nombre ya no es puente; es enemigo interno.
La caza de brujas: geografía, fantasías y cuerpos
Entre los siglos XV y XVII, Europa vivió persecuciones que no fueron homogéneas. Cambian según región, leyes y coyunturas. La síntesis comparada de Brian P. Levack ayuda a salir de cifras míticas y ver el mosaico: miles de procesos, picos locales, descensos y resurgencias según crisis, guerras, epidemias y cambios legales.A la vez, Norman Cohn muestra cómo se fabrica el enemigo interior: sabbats, pactos, monstruosidades… más proyección social que culto pan-europeo.Y en la letra chica del archivo, Lyndal Roper se detiene en el cuerpo: leche, útero, deseo, hambre, envidias. La “bruja” es también un modo de administrar angustias colectivas sobre el cuerpo femenino y la pobreza.Carlo Ginzburg, por su parte, rastrea capas extáticas campesinas (visiones, viajes oníricos) que pudieron decantar en el mito judicial del sabbat: una arqueología de motivos que la demonología tradujo como delito.
Tres lentes juntas: leyes, fantasías y cuerpos. Sólo así se entiende la mecánica del pánico.

Salem: parábola sin hogueras (1692–1693)
En Salem no hubo quemas. Hubo 19 ahorcamientos, un hombre aplastado por negarse a declarar y decenas encarceladas/os. Hubo niñas acusadoras, “pruebas” espectrales y una comunidad en tensión. Por eso Salem sigue ardiendo en la memoria: muestra cómo el miedo encuentra procedimiento y el procedimiento fabrica culpables.
Tres aprendizajes para el presente
Nombrar el daño sin justificarlo. Integrar no es romantizar. La bruja como puente no borra la historia de la persecución.
Cortar la proyección. Una sociedad que no tolera su sombra necesita “brujas”. El trabajo es reintegrar lo negado sin inventar enemigos.
Cuidar el lenguaje. Palabras como bruja, magia, ritual, energía no son juguetes: piden responsabilidad simbólica. No hacemos del dolor un altar, ni del misterio, mercancía.
ones y coyunturas; la historiografía seria evita números redondos.
Devolverle alma a la palabra
Este tramo nos recuerda que “bruja” no es un insulto que haya que reciclar a la fuerza, ni un adorno para marketing espiritual. Es un nombre herido que pide cuidado. Si vuelve a nuestra boca, que sea para ensanchar conciencia, sanar memoria y practicar sabiduría: la que sabe estar en el mundo con raíces, límites y belleza.
Bibliografía mínima comentada (para profundizar)
Brian P. Levack, The Witch-Hunt in Early Modern Europe (Routledge). Panorama comparado, cifras con contexto, mapa jurídico.
Norman Cohn, Europe’s Inner Demons (University of Chicago Press). Cómo se construye el enemigo interno.
Lyndal Roper, Witch Craze (Yale UP). Cuerpo, sexualidad e imaginación social en los procesos.
Carlo Ginzburg, Ecstasies: Deciphering the Witches’ Sabbath (University of Chicago Press). Estratos extáticos tras el mito del sabbat.
Kramer & Sprenger, Malleus Maleficarum (1486). Texto primario; usar con lectura crítica.
Sobre Salem: estudios y síntesis de archivo (1692–1693).
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